Martes, 16 de Abril de 2024

¿Por qué no lavar prendas impermeables en la lavadora?


Los detergentes usados también pueden contribuir en el deterioro de este tipo de ropa.

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¿Has notado que tus prendas impermeables pierden calidad cada vez que los lavas en la lavadora? Esta máquina puede causar un deterioro irreversible del material, afectando su capacidad de repeler el agua y su durabilidad.

Las telas de tal tipo son sensibles debido a su composición y al tratamiento especial que se les aplica para repeler el agua. A continuación, las razones técnicas que desaconsejan ingresar impermeables en dicho electrodoméstico y algunas alternativas seguras para mantener estas prendas en óptimas condiciones.

¿Se puede lavar un impermeable en lavadora?
Aunque es posible lavar a máquina las prendas impermeables, la recomendación general es hacerlo en la menor medida posible. La razón es que, con cada lavado, el desgaste producido por el roce con las paredes de la lavadora va deteriorando gradualmente la capa que confiere la impermeabilidad a la prenda.

Comúnmente, las manchas que suelen presentarse en petos o chaquetas provienen de barro o arena. Para estos casos, es suficiente limpiar la prenda con un paño húmedo o enjuagarla bajo un chorro de agua, utilizando la mano para frotar suavemente la suciedad.

Por otro lado, no se recomienda secar las prendas impermeables en una secadora convencional debido al calor excesivo, que puede dañar sus propiedades impermeables y la estructura del material. Es más aconsejable dejar secar este tipo de prendas al aire libre, en un lugar bien ventilado y alejado de la exposición directa al sol para preservar su funcionalidad y prolongar su vida útil.

¿Cómo lavar impermeables en lavadora?
Para lavar prendas impermeables en la lavadora sin dañarlas, se deben seguir ciertos cuidados específicos:

Leer la etiqueta de cuidados: Antes de proceder, es crucial revisar las instrucciones del fabricante para asegurarse de que la prenda puede lavarse en máquina.
Usar detergente suave: Optar por un detergente líquido suave, evitando aquellos que contengan blanqueadores o suavizantes, ya que pueden deteriorar la impermeabilidad.
Seleccionar un ciclo de lavado delicado: Utilizar un programa para prendas delicadas con agua fría para prevenir el deterioro del material.

Cerrar cremalleras y velcros: Asegurarse de que todas las cremalleras estén cerradas y los velcros pegados para evitar daños por roce durante el lavado.
Lavar por separado: Lavar la prenda impermeable por separado o con ropa de características similares para reducir el roce.
Carga moderada: No sobrecargar la lavadora, ya que demasiada ropa puede aumentar el roce y, por lo tanto, el desgaste de la prenda.
Lavar cada cierto tiempo: Es importante tener en cuenta que cada uso no representa una oportunidad de lavado. Hay que acumular varias puestas y ahí sí lavar la prenda impermeable.
Al finalizar el lavado, es preferible sacudir suavemente la prenda para eliminar el exceso de agua y dejarla secar al aire libre en un lugar sombreado, ya que el calor directo del sol o de una secadora puede afectar la impermeabilidad y la textura del tejido.

¿Cómo lavar impermeables sin máquina?
Para quienes optan por preservar la integridad de sus prendas impermeables evitando el uso de la lavadora, el lavado a mano es una opción ideal. Este método comienza con la preparación de una solución de agua fría y detergente suave, idealmente uno formulado para tejidos delicados o específico para materiales impermeables, con el objetivo de no comprometer la capa protectora de la prenda.

Se sumerge delicadamente la prenda en esta mezcla, permitiendo que repose por un momento para facilitar la acción del detergente sobre la suciedad y las manchas.

Con cuidado, y empleando movimientos suaves, se procede a limpiar las áreas afectadas con la ayuda de un paño suave o una esponja, evitando frotar con fuerza para no dañar el tejido. Se debe abstener de utilizar cepillos o técnicas agresivas que pudieran afectar la impermeabilidad del material.

Tras la limpieza, la prenda se enjuaga con abundante agua fría hasta que esta se vea libre de residuos de detergente. Para secarla, se exprime ligeramente, cuidando de no torcer la prenda, lo que podría deformarla o dañar el material. Finalmente, se cuelga en un área con buena ventilación, lejos de la exposición directa al sol, permitiendo que se seque al aire.


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